Ya has elegido la propiedad de tus sueños en España. Comienza el momento de la negociación. Es crucial entender la diferencia entre regatear y negociar.
Comprarse una vivienda no es como comprar una bufanda en un mercadillo, donde negociar con el tendero solo afectará en el precio del producto. En la negociación de la compraventa de una vivienda entran en juego otros factores como las condiciones de pago, si la casa necesitará reparaciones, si el comprador está interesado en mantener los muebles, etc.
Uno de los temas más importantes a tratar durante la negociación de una compraventa son las consecuencias de echarse atrás en la operación. Establecer estas penalizaciones en un contrato teniendo en cuenta las diferentes situaciones que pueden ocurrir a ambas partes es una de las mejores maneras de asegurar la futura venta.
Cuando se negocia el precio es importante poseer un conocimiento del mercado inmobiliario, tener una idea de los precios de propiedades del mismo tipo en la zona. Para ello, será necesario hacer una pequeña investigación.
Otro aspecto importante es conocer si la vivienda posee cargas o deudas. Esto nos ayudará a conocer la urgencia a la hora de traspasar la vivienda del vendedor, y por tanto nos dará a conocer si tendremos oportunidad de bajar el precio.
El siguiente aspecto a negociar son los plazos para completar la compraventa. Desde establecer una cantidad de reserva, al plazo en el que se firmará el contrato, y la posterior escritura ante notario. Lo normal será negociar unos plazos que convengan a las dos partes y que sean realizables. El comprador deberá de disponer de tiempo para lograr financiación y para completar todos los trámites burocráticos. El vendedor, por su parte, deberá de cumplir con las obligaciones que haya contraído durante la negociación, además de con todos los requisitos legales.
El pago de los costes asociados a la compraventa está fijado por la ley, pero en algunos casos no es raro ponerse de acuerdo en fijar si el comprador o vendedor se hará cargo de algunos de ellos. Además, dependiendo de la zona de España en la que te encuentres está practica puede variar. Por ello, es recomendable o atenerse a lo que dice la ley, o poner por escrito en un contrato quién pagará qué con el fin de evitar malentendidos.
Otro punto a negociar es el estado físico de la vivienda. Hay detalles que deben ser especificados en el contrato, por ejemplo si quedará amueblada o vacía, si habrá reformas etc. Cuanto más detallada sea la descripción, menos problemas habrá. Trata de evitar comprar “ad corpus” si eres el comprador.
Durante la negociación, otro tema que puede y debe ser negociado es quién se hará cargo de hacer los cambios de titularidad o de proveedor de las empresas que surten de servicios básicos como agua, luz, gas, teléfono o internet. Es un aspecto a considerar ya que pueden existir deudas que en caso de no negociar, podrían ser traspasadas al nuevo propietario tras la firma.
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